jueves, 22 de octubre de 2009

Dos posibles portadas para un libro que no se ha escrito


Al momento de oprimir el obturador usualmente no se tiene completamente claro (o no se piensa siquiera) en el nombre de la fotografía o en el pie de foto que la acompañará en caso de que así se pretenda, sin embargo, hacer el ejercicio en el sentido contrario, es decir, supeditar la imagen a un nombre, una frase o un pie de foto ya existentes, resulta en un proceso creativo muy interesante y enriquecedor que, sencillamente, da para mucho.

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