

El haiku es una forma de poesía japonesa en boga en los siglos XVI y XVII y que aún hoy es estudiada y ampliamente comentada en la cultura zen; su estructura es muy simple: frases de cinco, siete y cinco sílabas, sin rima alguna, destinadas a capturar la esencia de la naturaleza; el haiku es, antes que cualquier cosa, una impresión, poesía viva que capta un instante del mundo tal cual es.
Acompañarla con una pequeña pintura descriptiva era usual para grandes maestros haiku como Yosa Buson, su combinación forma ahora parte del paisaje artístico de la cultura nipona; de allí nace este ejercicio que presento, del deseo de capturar en imágenes lo que las palabras captan ya de por sí magistralmente. y es que la fotografía y el haiku parecen tener la misma raíz, nacen los dos de un instante, un momento en el tiempo que se escribe, con luz o con tinta, y simplemente trasciende.
Los maestros de las letras latinoamericanas se han visto también atraídos por la belleza y simplicidad del haiku: Julio Cortázar, Octavio Paz, Pablo Neruda, Mario Benedetti con su libro Rincón de Haikus, por nombrar solo algunos.
Absolutamente recomendado el cuaderno de viaje del maestro del haiku japonés Matsuo Basho: Oku no Hosomichi (Narrow Road to a Far Province). el haiku y la fotografía son un viaje, hecho de sensaciones, sentimientos e impresiones.
Más información: el número de febrero de 2008 de la revista National Geographic vuelve sobre los pasos de Basho a través del Japón que recorriera en 1689 y que condujeron a su obra maestra. por Howard Norman y con fotografías de Michael Yamashita.
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